Casa Rural Tía Irene ofrece una experiencia de alojamiento completa y flexible, ideal para parejas, familias o grupos. El edificio de piedra del siglo XVI ha sido restaurado con mimo, respetando su esencia original y adaptándose a las necesidades actuales. Tanto en el alojamiento I como en el II, los servicios generales incluidos son:
¡Tu compañero de cuatro patas también es bienvenido!
Explora los alrededores a pedales y sin preocupaciones.
Pensado para que las familias con peques viajen con comodidad.
Disfruta de platos caseros sin salir de la casa rural.
Estancias largas sin complicaciones: ropa limpia siempre.
Relájate mientras tus peques están en buenas manos.
Las zonas comunes de Casa Tía Irene están pensadas para ofrecer comodidad, funcionalidad y momentos de disfrute tanto en interiores como al aire libre. Ya sea en el jardín, cocinando en familia o compartiendo una película en el salón, todo está preparado para una experiencia acogedora y completa.
Relájate rodeado de naturaleza, ideal para desayunos al aire libre o juegos con niños.
Aparca con total comodidad junto a la casa rural.
Disfruta en familia o con amigos de momentos tranquilos y divertidos.
Entretenimiento asegurado para tus ratos de descanso.
Cocina a tu ritmo: nevera, microondas, lavavajillas, lavadora y todo el menaje necesario.
Calidez auténtica para crear un ambiente acogedor en cualquier estación.
Confort térmico óptimo en toda la casa, especialmente en invierno.
Relájate tras un día de rutas con una ducha caliente o un baño con burbujas.
Tu descanso, con entretenimiento personalizado.
Tipos de alojamiento
Ya sea que viajes en pareja, en familia o con amigos, en Casa Tía Irene encontrarás un espacio acogedor, funcional y lleno de encanto. Descansa entre muros centenarios, disfruta de la chimenea, relájate en el jardín o explora los alrededores. Tú decides cómo vivirlo, nosotros nos encargamos del resto.
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